viernes, 30 de enero de 2015

Primer día de clase.

Llegué con mis libretas y apuntes a aquel primer día de clase, la materia no era nueva para mí, pero sí aquellas caras. En ellas se podía ver nervios, inseguridad, rostros serios y pálidos como estatuas, alguna risa nerviosa escapó perdida entre la multitud, pensé que les vendría bien un pequeño susto antes de enfrentarse a su primera clase, así que subí a la tarima, me senté en la mesa del profesor y con toda la seriedad que pude dije:

- Dejen sus mesas libres, en ellas únicamente quiero ver un folio en blanco y un bolígrafo. Tienen hoy su primer examen.

Los rostros se helaron, las risas nerviosas cesaron, pude ver manos temblorosas y cabezas agachadas, tapando sus rostros, apresurados guardaron sus cosas bajo las mesas, y empecé a escribir en la pizarra un problema de física nuclear, logré un silencio tenso en todo el aula, que rompió el chirriar de la puerta abriendose, Ibañez apareció con su tupida barba blanca y echando una mirada hacía mí dijo:

- Martinez ¿ Otro año usted en mi clase? Deje de hacer tonterias y ocupe su sitio.


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