lunes, 3 de febrero de 2014
El muro y el enano
Abrió los ojos y se encontró en un paisaje natural, a su derecha crecían flores de un tamaño desmesurado, de pétalos morados y corazón escarlata, se movían y bailaban con el aire como ligeras mariposas. A su izquierda un muro de piedra cubierto por verde musgo que subía hasta tocar el cielo. Al mirar al horizonte el muro se perdía en el infinito, el paisaje seguía y seguía. De pronto las flores de su derecha se agitaron y de ellas salió un enano vestido de alegres colores, sacudió su ropa desprendiendo un polvo amarillo que le hizo estornudar, tras esto cogió impulso, saltó al muro y comenzó a subir hasta perderse entre las nubes.
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